5 maneras fáciles de incorporar la espiritualidad a su rutina matutina

Si su rutina matutina suele estar plagada de prisas, un ligero cambio en la forma de empezar el día puede ser la solución. Esos primeros momentos de su día son tan importantes porque marcan la pauta de cómo resultará el resto de su jornada. Si salta de la cama y se apresura a cepillarse los dientes, ducharse y salir por la puerta antes de perder el tren o -peor aún- sentarse en el tráfico consumido por la rabia de la carretera, imagínese cómo será el resto de su día.

Por el contrario, si se mueve con intención por la mañana, dedicando tiempo a cuidarse aunque sólo sean 10 minutos, puede cambiar toda la trayectoria de su día. Podría tener un impacto positivo en su forma de trabajar, en sus interacciones con los demás y en cómo se siente consigo mismo. Tener una buena rutina matutina puede ayudarle a sentirse menos estresado, ansioso y malhumorado a lo largo del día. En general, las rutinas espirituales matutinas ayudan a poner ese ánimo extra en su paso para que no esté insistiendo en las cosas que no importan demasiado.

Si nunca ha tenido una rutina de espiritualidad matutina, quizá no sepa cómo empezar. Lo primero es lo primero, no se abrume pensando que su rutina tiene que incluir cosas como sentarse en silencio a meditar durante largos periodos de tiempo, especialmente si eso supone un reto para usted. Acérquese a ella con facilidad permaneciendo en silencio incluso durante tan sólo un minuto en la ducha con las manos sobre el chakra del corazón, los ojos cerrados y simplemente dando las gracias por un nuevo día. Esto no es algo que quiera hacer con prisas ni con el estrés acechándole. Una rutina de espiritualidad matutina es algo que puede incorporar a su vida diaria y que le ayudará a elevar su espíritu, a iluminar su luz y a sentirse bien mental, física, emocional y espiritualmente.

¿Le interesa intentarlo? Eche un vistazo a estos cinco sencillos consejos que pueden ayudarle a incorporar la espiritualidad a su rutina matutina.

1. Movimiento matutino lento

Si está acostumbrado a saltar de la cama cuando oye el fuerte sonido de una alarma que suena con fuerza, considere la posibilidad de cambiar estos preciosos primeros segundos de su día. Busque un despertador de sonido suave. Incluso puede encontrar una aplicación para descargar en su teléfono. Simplemente mantenga el teléfono al otro lado de la habitación mientras duerme. Cuando el suave sonido le saque de su sueño por la mañana, no se levante de un salto para apagarlo. Tómese su tiempo. Estírese en la cama. Frótese los ojos. Tal vez incluso abrácese a sí mismo. Si los pensamientos negativos empiezan a inundar su mente, fíjese en ellos, contrólelos y piense en su lugar en algo o alguien que le haga sonreír. Diga algo como: «Gracias, Gran Espíritu, por un día más», antes de levantarse lentamente de la cama. Estire los brazos por encima de la cabeza mientras inhala, y exhale al bajarlos de nuevo a los lados del cuerpo. Repita esto tres veces antes de hacer un pliegue hacia delante, llevando las manos al encuentro del suelo. Si no puede tocar el suelo, no pasa nada. Simplemente apoye las manos donde lleguen y quédese ahí un momento antes de inhalar profundamente y volver a erguirse lentamente. Puede incluir algunas flexiones laterales y rotaciones de muñecas, tobillos, caderas y hombros. Este pequeño estiramiento matutino puede llevarle unos cinco minutos.

2. Agua bendita

Muchas tradiciones indígenas incluyen el poder de beber agua bendita. Incluir esto en su rutina de espiritualidad matutina puede ser bastante poderoso. Antes de consumir cualquier otra cosa, sírvase un vaso de agua, sostenga el vaso entre las manos, incline la cabeza y rece una oración sobre el agua. Por ejemplo: «Que esta agua sea bendecida para que al consumirla, el agua purificadora limpie cualquier negatividad o energía estancada, y cualquier enfermedad o dolencia que pueda estar presente». A continuación, beba el agua lenta y conscientemente, creyendo que las palabras que pronuncia han quedado impresas en la memoria del agua y que, al tragarla, ésta transmite ese mensaje a su cuerpo. Cuando haya terminado, siga con su rutina matutina de prepararse para el día y tome nota de cómo se siente.

3. Muestra de gratitud

Entre en su mañana con una práctica de gratitud. Con una buena taza de té o café, siéntese con su diario y escriba 10 cosas por las que está agradecida, que pueden incluir cosas cotidianas como tener un cepillo de dientes o una ducha caliente, o acontecimientos más importantes de la vida como tener un bebé o vencer al cáncer. Después de escribir su lista, lea cada una en voz alta, coloque las manos en el chakra del corazón y dé las gracias. Después de haber leído toda su lista, simplemente siéntese un momento, aunque sólo sea un minuto, y sonría, reconociendo todo lo que tiene que agradecer. Si realiza esta práctica durante el tiempo suficiente, es muy bonito ver la colección de diarios que tendrá llena de todas las cosas por las que está agradecido, lo que pone las cosas en perspectiva en los días difíciles.

4. Meditación a la carta

La meditación es una forma poderosa de alinear su cuerpo espiritual y su cuerpo físico para que pueda moverse por la vida con más facilidad. Sin embargo, la práctica de la meditación no tiene por qué ser un enfoque único. Lo que funciona para usted puede no funcionar para otra persona. Algunas personas disfrutan sentándose en quietud durante 10 minutos o más. A otras les resulta extremadamente difícil. Si ése es su caso, opte por otras formas de aquietar la mente y traerle al momento presente. Meditar en la ducha durante tan sólo tres minutos podría ser justo lo que necesita para empezar bien el día. Simplemente deténgase un momento, coloque las manos sobre el centro del corazón, baje ligeramente la cabeza y rece una oración. Puede ser algo diferente cada día, o algo que diga todos los días. Por ejemplo: «Gracias, Dios, por un nuevo día. Cada día que abro los ojos para presenciar la vida es una bendición. No lo doy por sentado. Gracias, gracias, gracias». A continuación, permanezca un momento de pie y concéntrese simplemente en su respiración. Si su mente empieza a divagar durante esta meditación -empieza a pensar en qué se va a poner o qué va a comer-, simplemente tráigala de vuelta al momento presente diciendo en silencio «sólo» al inhalar y «respire» al exhalar. Cuanto más practique esto, más tiempo podrá estar cómodamente en silencio, alineado con el Espíritu y abierto a recibir mensajes de guía.

5. Proteja su energía

Antes de salir por la puerta por la mañana, proteja su energía. Se trata de una rápida rutina de espiritualidad matutina que puede cambiar cómo se siente en general a lo largo del día y cuando regrese a casa. Una forma de proteger su energía es utilizando Agua Florida. Puede llenar una pequeña botella pulverizadora con la colonia espiritual y, antes de salir a trabajar, rocíe un poco en las palmas de las manos. Con las manos delante de la cara, inhale suavemente la fragancia calmante y pásese suavemente las manos por la cabeza antes de barrer el cuerpo de arriba abajo. Cruce las manos mientras barre su cuerpo hacia abajo, empezando por los hombros y bajando hasta los pies. Imagine que esto forma un escudo protector a su alrededor. Ahora puede caminar con la seguridad de que la energía de los demás no le afectará a lo largo del día y cuando vuelva a casa.

Fuente de la imagen: Getty/The Good Brigade